viernes, 23 de mayo de 2008

O demo está en perigo


Non vos espantedes os crentes en Deus. Que porque un sexa apóstatanon quere dicir que crea no demo nin que estea do seu lado, ;).

Ímpactoume o titular que sae hoxe no xornal Público, pero a nova refírese a que o diaño de Tasmania, un dos bichiños con cara máis amenazante que existe está pasando por un mal momento e está en perigo de extinción. Podedes ler o artigo no enlace anterior.

Debate en Telemiño. Unha grata experiencia

Onte contábavos que marchaba a todo correr a un debate na canle Telemiño, no programa Punto Crítico que dirixe Santiago Rodríguez.
Supuxo para min unha experiencia moi grata e moi agradable, e aínda que houbo momentos de bastante discusión acalorada e vehemente, o balance foi moi positivo.
Creo que todos/as os/as que compartiamos tertulia temos uns principios moi claros, que en moitos aspectos chocan, e eso as veces produce chispas. Pero estou moi contento de ter asistido ó programa e de intercambiar opinións co cura Eduardo Martínez, coa portavoz do Foro da Familia Cristina Bravo, co crente confeso Cecilio Mourille, co profesor de psicoloxía Camilo Brandín e co hostaleiro e membro da Asoc. de Gais e Lesbianas Alfredo Domínguez.
De seguido deixovos a crónica que publica hoxe o xornal La Región.


La Iglesia, en el centro del debate
Los contertulios analizaron en Telemiño el papel de la religión en la sociedad actual y su futuro

La portavoz del Foro de la Familia Cristina Bravo, el sacerdote Eduardo Martínez y el católico practicante Cecilio Mourille, por un lado; y Alfredo Domínguez, de la Asociación de Gays y Lesbianas de Ourense, Eladio Osorio, apóstata, y Camilo Brandín, profesor de Psicología, fueron los contertulios encargados de abordar, en el programa ‘Punto Crítico’ de Telemiño, un vehemente debate sobre el papel de la Iglesia Católica hoy en día y su futuro, así como la nueva ley de libertad religiosa.

‘¡Que Dios nos coja confesados!’. Con este título comenzó ayer un nuevo programa de Punto Crítico, para abordar el ‘debate más viejo de la humanidad’, según afirmó su moderador Santiago Rodríguez. El católico practicante Cecilio Mourille, la portavoz del Foro de la Familia Cristina Bravo y el sacerdote Eduardo Martínez, por un lado; y Alfredo Domínguez, de la Asociación de Gays y Lesbianas de Ourense, Eladio Osorio, apóstata, y Camilo Brandín, profesor de Psicología, fueron los protagonistas de un intenso debate en el que se analizó el papel de la iglesia hoy en día y su futuro, así como la nueva ley de libertad religiosa.Todos se mostraron a favor del estado laico y aconfesional, pero con matizaciones. El enfrentamiento dialéctico comenzaba. Eduardo Martínez apuntó que no hay que ‘olvidar que la religión católica es mayoritaria en España, tiene una labor social y benéfica importante y que por ello merece ser financiada. No es correcto pensar que la libertad religiosa es una concesión del Gobierno, puesto que es un derecho fundamental del hombre y los gobiernos deben respetarlo, tutelarlo y promoverlo’, aseveró.Sin embargo, en este punto discreparon los contertulios del bando contrario, pues consideraron que la iglesia ‘chupa demasiado’, según Alfredo Domínguez. Asimismo, Eladio Osorio pidió un Estado más libre y aconfesional. ‘Hoy es muy difícil darse de baja de la Iglesia. En Ourense, que es donde más fácil es, este proceso supone un año de trámites y un gasto de 300 euros como mínimo. En Madrid o Valencia es imposible’.Por su parte, Camilo Brandín reiteró durante su intervención que el 85% de los jóvenes uni versitarios no creen en la Iglesia debido a los errores que ha cometido a lo largo de la historia y se refirió en concreto ‘a los sacerdotes acusados de pedofilia en Estados Unidos y que no fueron a la cárcel’.Santiago Rodríguez dio paso en directo a las llamadas de los telespectadores. Mientras unos defendieron el papel de la Iglesia en España, un país mayoritariamente católico, otros no. ‘Aprendí mucho de pequeño porque fui monaguillo y estoy loco por apostar’, manifestó un oyente. Durante el debate, un espectador también hizo alusión al caso del sacerdote Benigno Moure.

A FAVOR:

Eduardo Martínez: Somos racionales

Cristina Bravo: Pido libertad religiosa

Cecilio Mourille: La religión es positiva

EN CONTRA:

Camilo Brandín: Ninguna es la buena

Alfredo Domínguez: Una sociedad sin símbolos

Eladio Osorio: Van con demasiado retraso


Concerto de Manu Chao. 1850 persoas nun aforo de 700



De seguido adxúntovos todo o que saía hoxe no xornal La Región referente ó caos organizativo do concerto de Manu Chao.


La Policía Local contabiliza 1.850 personas en el concierto de Manu Chao en un aforo de 700
El propietario del establecimiento niega que se hubieran vendido más entradas de las permitidas

El informe realizado por la Policía Local de Ourense sobre lo ocurrido el miércoles en el Xesteira contabiliza en torno a 1.850 personas en el concierto de Manu Chao, ‘cuando el aforo es de 700’, según explican fuentes del Cuerpo municipal. Los datos serán remitidos a la Subdelegación del Gobierno -que lo enviará a Presidenciay al Concello para que evalúen una posible sanción. Por su parte, el propietario del establecimiento explica que no se vendieron más entradas de las permitidas.
En Ourense había mucha expectación para ver a Manu Chao en directo. Tanta que las entradas se agotaron apenas unas horas después de que se pusieran a la venta. La Policía Local sabía de este interés y, según el concejal de Seguridad, Fernando Varela, ya en la mañana del miércoles (día del concierto), ‘tiña coñecemento de que se levaban vendidas máis de 1.300 entradas, cando o aforo é de 700 persoas’. Es por ello que, poco antes del concierto, se desplazaron los agentes al Xesteira. Allí vieron entradas numeradas que sobrepasaban el número 1.100 y entradas que no estaban numeradas. Recogieron algunas y decidieron entonces impedir la entrada de las personas (50 según unas fuentes, 30 según otras) que, con su entrada en la mano, esperaban para entrar. Alrededor de una hora después, con el concierto empezado, les permitieron la entrada ‘para evitar males maiores’, dice Varela.

En su informe, que remitirá a la Subdelegación del Gobierno y al Concello, la Policía Local contabiliza alrededor de 1.850 asistentes al concierto. La posible sanción al establecimiento la evaluará el Concello y la Consellería de Presidencia.

Por su parte, José María Rodríguez, propietario del Xesteira, estaba ayer preocupado por lo ocurrido. Es más, no descartaba incluso la posibilidad de presentar una denuncia. Explica que ‘los agentes entraron por el local adentro, miraron y dijeron que había 2.000 personas. Había medidas de seguridad para que no entrase nadie sin permiso. La gente que dejaron fuera estaba enfadadísima, y con toda la razón del mundo. Les pido públicamente disculpas por un hecho que es completamente ajeno a la sala y a Manu Chao’.

Según Rodríguez, se vendieron ‘700 entradas numeradas. Las que no estaban numeradas eran invitaciones’ y añade que ‘en 175 metros cuadrados útiles no se meten 1.000 personas’.


Baltar o xastre.


Mentres os talleres textís da provincia de Ourense van a menos, o xastre Baltar vai a máis e non para de confeccionar traxes a medida para os cargos do PP e familiares na Deputación de Ourense.

Agora mesmo está deseñando unha nova liña que che vai que nin bordada a certa muller de certo cargo de certo partido e que opera por esa comarca ourensana tan coñecida polo polbo á feira.

A Viñeta é de Juan Valcárcel publicada en La Voz de Galicia, edición de Ourense, sección Cousas de Aquí

O prometido é débeda. Fotografías de Manu Chao

O prometido é débeda. Díxenvos nunha entrada anterior que vos ía colgar unhas boas fotos do concerto e aquí están. A pena é que non podo dicirvos quen as fixo por que así se me pediu. Senón periga o traballo.
Pois nada, xa que non podo dar máis datos sobre as mesmas, moitíiiiiiisimas gracias a este/a gran fotógrafo/a que ten Ourense.
Por certo algún día terei que facer unha entrada cunha fotografía de cada un dos fotógrafos que traballan para a prensa en Ourense e cos cales teño amistade. Porque a verdade é que hai verdadeiros mestres, elas e eles.