miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Esto é unha festa?

Fotografía de AFP publicada no xornal El País (17-09-08)

Non dou atopado nin unha soa razón para considerar como unha Festa este evento que se realiza en Tordesillas e que se chama "El Toro de la Vega".

Ó animal, acosado por lanceiros a cabalo, dáselle morte no campo logo dunha persecución polo alrededor de Tordesillas.

Ó mellor son eu que son incapaz de entender onde está a gracia neste tipo de eventos, creo que necesitaría que alguén mo explicase.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por supuesto que no es una fiesta. Es una MATANZA vil y repugnante. No nos representa, de ninguna manera, a una buena parte de cuidadanos que defendemos desde hace mucho tiempo la abolición de corridas de toros, entre otras "heroicidades" festivas.
Por otra parte, ¿qué me decís del toro de Coria? Es sencillamente vomitivo. No me refiero al toro, no. Me refiero a toda esa grosera horda de mozos y no tan mozos (el género femenino queda incluido también; perdónenme Aídas y demás ministras)cuya única obsesión es humillar al toro con violencia. Sí, con violencia (¿cómo se puede calificar si no a los dardos y demás objetos punzantes que a lo largo del "espectáculo" le arrojan al astado?).
Lo peor de este tema son, sin duda, los aficionados al ¿arte? de cúchares. Estos individuos que pregonan que la fiesta está reglamentada y que "se oponen" a las barbaridades que se cometen con el toro en Valencia (el toro de fuego), Coria, etc. Estos aficionados, Cosío en ristre, son incapaces de alzar la voz contra estas brutalidades como la que nos traes hoy en esta entrada, Eladio.
Son, sin duda, lo peor de este planeta (y créeme que me estoy moderando).
Capítulo aparte son los "diestros". Los "maestros". Éstos sí que merecen una entrada específica: machistas (Paco Camino, El Juli, Finito, ...), mujeriegos (Rafi Camino -igual que su padre-, Finito, ...), violentos (de Paula -condenado por asesinato-, Ostos, ...) y sanguinarios -amantes de la sangre- (José Tomás, el hijo predilecto de Galapagar). De veras, toda esta fauna es completamente evitable (sigo conteniéndome), toda menos el toro: ese sí que es un animal noble y bello. Que no me cuenten milongas sobre su bravura: que me hablen de su elegancia.