miércoles, 27 de agosto de 2008

¿Onde remata o dereito á información?. ¿Onde comeza o dereito á intimidade?

Vóo de Xenebra a Madrid. Mont Blanc ó fondo.

Prometérame non escribir nada respecto ó accidente de aviación do pasado día 20. Por moitas razóns: porque creo que se escribe e se opina de mais sobre este tema, porque hai demasiadas especulacións e moitas tonterías, porque que se pode dicir cando hai xente que o está pasando tan mal, e sobre todo porque creo que esto só serve para afondar na dor de moitas persoas.

Pero onte lin dous artigos, reflexionei e cambiei de opinión. Nestes últimos días cheguei a sentirme moi afectado e doido por como algúns periodistas trataban esta información (hai que dicir que non eran maioría). Pouco tacto, exceso de enfase na dor, bastante amarillismo e incluso manipulacións e mentiras.

Eu non quero seguir escribindo máis. Só vós quero invitar a que leades dous artigos. O primeiro deles está sacado do blog da Secretaría de Politica Internacional e Cooperación do PSOE, Elena Valenciano e titúlase "Morbo frente a dolor". O segundo dos artigos é de Óscar Gutierrez, foi publicado no País Dixital e leva por título "¿Hasta donde puede llegar el micro con 154 muertos?

Leede e logo comentade se vos apetece que sentimentos desperta en vós toda esta patraña informativa que nos atosiga e só fai crear máis dor e levantar medo e pánico entre a cidadanía.

MORBO FRENTE A DOLOR

El espectáculo de reporteros y reporteras -jóvenes y, probablemente mal pagados- micrófono en mano con el logotipo de su cadena de televisión, correteando por los pasillos del IFEMA y por las lágrimas y la pena de los familiares es, sencillamente, repugnante y ha llegado a rozar la crueldad.

La necesidad de rellenar horas y horas de “información” en las teles y en algunas radios ha producido verdaderos “esperpentos de la comunicación”.

La búsqueda enloquecida del testimonio de quién fuera, cómo fuera, sin pensar si aportaba algo a la construcción de la noticia, ha resultado patético.

El periodismo es una profesión noble y su función en una democracia avanzada, como la nuestra, es de una importancia capital. Hay mucha gente espléndida, seria y rigurosa, trabajadora e inteligente, dedicada a contarnos las cosas que suceden y a analizarlas. A esa gente apelo para que se rebelen contra esta deriva lamentable de la información -sobre todo televisiva- que ante el dolor y la pena alimenta el morbo para aumentar la audiencia.

Hoy, una de esas buenas periodistas ha llegado a decir: “menos mal que estamos aquí los medios de comunicación. Si no, a saber qué estarían haciendo las autoridades…!!”

Sembrar dudas infundadas es otro de los ejercicios preferidos, estos días, en muchas teles, radios y periódicos.

Queremos saber, necesitamos conocer las razones de este espantoso accidente. Hay muchos técnicos de distintas especialidades trabajando en ello y todas las autoridades responsables -Gobierno, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento, fiscales y jueces, forenses, equipos médicos- están entregados en la tarea tanto de apoyar a las víctimas y sus familiares como a la investigación de los hechos. Comprendo lo duro que debe ser para las familias este tiempo de incertidumbre… pero ¿acaso les ayudamos sembrando especulaciones y dudas sobre las causas del horror?

Ayer vi como, interrumpiendo su llanto silencioso, le preguntaban -cámara en mano- al padre de una víctima si sabía que el avión había despegado sin garantías…Aquel hombre se hundió.

Eso es ofrecer morbo y miedo frente al dolor. Debería estar prohíbido.

¿HASTA DONDE PUEDE LLEGAR EL MICRO CON 154 MUERTOS?
"Cuántos centímetros del cuerpo sobresalen del aparato no aporta nada". Y ése es uno de los límites que tiene el informador ante una tragedia como la de Barajas. Derecho a la información o intimidad, deber de comunicar o secreto judicial, el debate sobre la cobertura que están haciendo los medios ante la muerte de 154 personas en un vuelo de Spanair el pasado miércoles ha llevado a la Federación de Sindicatos de Periodistas a elaborar un comunicado que difundirán en las próximas horas. "Los medios tradicionales -adelanta su secretario de Organización, Dardo Gómez- estamos haciendo una cobertura correcta, pero de forma escandalosa, otros medios, las televisiones entre ellos, se están dejando llevar por el morbo".
El sector judicial se ha sumado al debate, esta vez entre el límite a la información sobre el suceso y el proceso dirigido por el instructor Juan Javier Pérez. El portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Antonio García Martínez, ha hecho precisamente este martes un llamamiento a la "contención y la responsabilidad" de los implicados en el esclarecimiento del accidente aéreo. "Suele ser habitual que surjan las informaciones conseguidas por caminos un tanto tortuosos". Y frente a ello, lo que propone esta organización es que "el procedimiento judicial sea el único camino que se siga".
Informar, ¿a qué precio?
No fue ese camino el que ayer siguió el canal de televisión argentino Todo Noticias al recrear la que podía haber sido la última conversación del piloto y copiloto del MD-82 de Spanair antes de estrellarse. Tras recorrer televisiones y webs de medio mundo, el propio periodista responsable de la pieza, Guillermo Lobos, ha reconocido que la recreación tan sólo era producto de la información obtenida de fuentes militares y el asesoramiento de pilotos del mismo modelo de aparato siniestrado consultados por el reportero. "No se puede informar a cualquier precio", ha manifestado la APM acerca de la emisión de Todo Noticias, aunque reconoce que es difícil proceder jurídicamente contra la cadena.
Sobre el vídeo del canal argentino, el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Fernando Urbaneja, ha opinado que es la "demostración de la precipitación" de un medio de comunicación. "Era evidente -ha continuado Urbaneja- que era una recreación. Tenemos que huir de lo extravagante, raro o perverso". En línea con lo expresado por el sindicato de periodistas, Urbaneja considera que un 90% de la cobertura del suceso ha sido buena, pero existe "un 10% que lo hizo mal".
En este sentido, el presidente de la FAPE establece un paralelismo entre el flujo de información tras una tragedia como la de Barajas y la teoría económica de rendimiento decreciente de David Ricardo: la información irá perdiendo rigor e interés en cada hora televisada de más o página extra que le dedique el periódico.
Proceso judicial o derecho a saber
En cualquier caso, el presidente de la federación de asociaciones de prensa en España ha defendido que, en el terreno pantanoso entre proceso judicial e información, "el juez debe hacer su trabajo y el periodista el suyo". "Si fuéramos de la mano sería insoportable", ha manifestado Urbaneja. Hasta el momento,
el juez mantiene el celo en torno a la investigación. Al secreto sumarial y la prohibición de emitir las imágenes del lugar del accidente tomadas por los servicios de emergencia, se ha unido hoy el examen de 18 cámaras de vídeo y fotografía incautadas por la Guardia Civil ante la sospecha de que pudieran ser sujeto de un delito de intromisión a la intimidad. El instructor del caso, Juan Javier Pérez, ha dado orden a sus compañeros de que no filtren a la prensa ningún dato de la investigación.
Tal es la sensibilidad sobre lo que se publica al respecto que hasta el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo que salir ayer para matizar las declaraciones hechas por él mismo durante la mañana ante los micrófonos de la Cadena SER y que dejaban en el aire si existía la "posibilidad" de que algunas víctimas no fueran identificadas. Esa "posibilidad" se convirtió horas después en un rotundo "se van a identificar a todos los restos del accidente, absolutamente a todos".
Una compañera de partido del titular de Interior, la diputada socialista Elena Valenciano, ha aportado un grano más a la polémica actuación de los medios de comunicación, que
ha tildado en su blog personal de "repugnante" y cercana a la "crueldad", sin bien ha especificado que "hay mucha gente espléndida, seria y rigurosa" en el periodismo.
¿Quién controla -en el caso de que se debiera hacer- la frontera entre el morbo y la información? Dos puntos de vista tradicionales: para la FAPE es el medio el que se controla; los sindicatos de periodistas mantienen que se necesita una autoridad que regule quién es periodista y quién no.

¿Dereito á independencia?

Monumento a Stalin en Gori (Xeorxia)
Estes días estaredes vendo polos medios de comunicación que a comunidade internacional está totalmente perplexa polo recoñecemento de independencia de Osetia do Sul e Abjazia por parte de Rusia.
No noso continente, que sabemos moito de descomposición de países e dos feitos traumáticos que esto conleva moitas veces, deberiamos ter algo máis de cabeciña e non deixarnos guiar polos primeiros impulsos.
Eu creo que a Rusia o mesmo lle tería se estes dous territorios son xeorxianos ou o deixan de ser, pero é que EEUU estalle tocando a fibra sensible a Putin e Medvédev co escudo antimisiles, e non hai que esquencer que xeorxia e un paso obrigado de varios gaseoductos e oleoductos ( o cal son moitos cartos).
Pero, ó que eu ía. ¿Deben de ter todos os territorios dereito á independencia? ¿Pode unha rexión, unha provincia, un pobo, unha comunidade de veciños ou unha persoa declararse independente unilateralmente do resto e ser recoñecido unicamente por un país? ¿É eso legal sen o recoñecemento mundial? ¿Non xogan aquí grandes intereses económicos, políticos e militares? ¿Ten xustificación que unha potencia militar mundial invada territorio dun veciño para "defender ós seus cidadáns"?
Eu creo que a resposta é non, por moitos motivos. E creo que hoxe Rusia merece unha resposta contundente da comunidade internacional por violar as leis internacionais.
¿Que lle parecería a Rusia se se declara independente Kaliningrado, Karelia, Daguestán ou Kamchatka sen o seu consentimento e son recoñecidas como países por EEUU?
Seguro que non o aceptarían, pero aquí hai dúas varas de medir e eso non é bó. Nin para Rusia, nin para Xeorxia nin para o resto dos países xa que pode crear precedentes e inestabilidades territoriais.