martes, 25 de noviembre de 2008

Benaventurados os amnésicos, porque deles será o reino dos ceos

Esto era o último que faltaba. Agora sorpréndenos Rouco Varela, presidente da Conferencia Episcopal,  dicindo que " aveces é preciso esquecer" para chegar á reconciliación.

E eu pregúntome, por que sempre lle toca ter que esquecer ós mesmos?

Deixovos ó artigo que resume á comparecencia do xefe de Jiménez Losantos para que lle deades unha ollada, se é que non vos dan nauseas antes de chegar ó final:

A veces es necesario saber olvidar”. El cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, resumió este lunes en esa frase lo que a su entender sería “una auténtica y sana purificación de la memoria”. El purpurado madrileño, que pronunció su primer discurso como presidente del Episcopado español en su asamblea plenaria, aludió con respecto a las consecuencias del movimiento por la memoria histórica a “una justificada inquietud ante el peligro de un deterioro de la convivencia serena y reconciliada” alcanzada por la sociedad española.

Por si la comparación con el ambiente previo a la Guerra Civil no quedaba clara, Rouco alertó de que, aunque “la actual situación internacional y nacional no es la misma” que en la década de 1930, “siempre es necesario vigilar para evitar de raíz actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas”.

“Es necesario cultivar el espíritu de reconciliación”, añadió Rouco, “no por ignorancia o cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón verdaderamente responsable y fuerte”.

Recordando anteriores pastorales, el cardenal de Madrid subrayó que, si bien “quedan desconfianzas y reivindicaciones pendientes”, hay que “procurar que no se deterioren ni dilapiden los bienes alcanzados”. Sobre todo, precisó, pensando en los jóvenes: “Hay que liberarlos de los lastres del pasado, no cargándolos con viejas rencillas y rencores”.

Rouco concluyó su discurso condenando “el sacrificio silencioso y legalmente tolerado” que supone el aborto, “una injusticia clamorosa”, y reclamando “una verdadera protección jurídica” para la institución del matrimonio.

Símbolos y convivencia

Si bien Rouco no hizo referencia alguna a la sentencia que ordenó la semana pasada retirar los crucifijos del colegio Matías Picavea de Valladolid, ni a la polémica sobre la presencia de símbolos religiosos en lugares públicos que ha suscitado, sí lo hizo el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, quien consideró que, este tipo de sentencias “no favorecen la convivencia”, que se construye “sobre el respeto”.

“Lo importante es que se eduque a los niños y niñas de Valladolid a respetar los símbolos religiosos de cualquier religión”, añadió. Para Amigo, “las medidas drásticas no educan a las personas”, por lo que resulta importante, en la actual situación, “no tirar por la borda” todos los símbolos religiosos, sino “ayudar a respetarlos”.

El cardenal de Sevilla publicó el último domingo una pastoral sobre la violencia de género (cuyo día internacional se celebra mañana), un aspecto poco tratado por los obispos españoles. En su misiva, Amigo denunciaba que “la violencia de género es siempre una agresión injustificable, que no necesita apellido alguno para ser inadmisible y merecedora del mayor de los desprecios. Una violencia y una tortura moralmente inaceptables, inhumanas y delictivas”.

Cañizares y la “cristofobia”

Mientras Rouco hablaba ayer de memoria, el cardenal de Toledo, Antonio Cañizares, arremetía este domingo contra la “cristofobia” que se esconde a su entender detrás de decisiones como la de no colocar una placa en el Congreso en honor de Santa Maravillas o la sentencia de Valladolid.

Cañizares –quien en los próximos días será nombrado prefecto de la Congregación vaticana para el Culto Divino–,  indicó que, tras estas decisiones, “se denota una cristofobia que, en definitiva, es el odio a sí mismos”. “Sé que me van a criticar, pero nuestra sociedad está enferma, muy enferma”, dijo el cardenal.

Los ataques de Cañizares fueron secundados por los participantes del Congreso Católicos y Vida Pública que, organizado por el CEU, congregó el pasado fin de semana a más de un millar de católicos. En el manifiesto final del mismo, entre otras cuestiones, se condenaba la “quiebra moral profunda de los valores cristianos que han generado y vertebrado, durante siglos”, la identidad de los españoles como pueblo, y se llamaba a “la actuación personal concreta y coherente” de los católicos. Su discurso también hizo hincapié en la crisis económica, que identificó con “el derroche y la ostentación, privada y pública”.

Artigo de Jesús Basante para Público.



5 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Buenas noches.

He escuchado las declaraciones de Rouco y, de veras, no he apreciado un tono de desear la amnesia. Creo que el tono, al menos en este caso, sí ha sido constructivo, conciliador.

Otra cosa es, o son, los pecados de la jerarquía eclesiástica española durante buena parte del siglo XX. Y no sólo de la jerarquía española. Pío XII, como sabrás, tuvo una actitud incomprensible y lamentablemente laxa (moralmente repugnente) con el régimen nazi, incluso en un contexto en el que avanzaba en el genocidio judío, entre otras atrocidades... Sí, Pío XII, el mimsmo Papa que declaró el alzamiento militar del 36 en España como "una cruzada".

En cualquier caso, y volviendo a Rouco (ojalá su tono fuese siempre como el de la noticia que inspira tu entrada) y a la Iglesia española, deberíamos recordar que en el tardofranquismo la Conferencia Episcopal declaró a través de su presidente, el Cardenal Enrique Tarancón, que tal vez (la Iglesia) no supo acoger a todos los españoles en su seno de la misma manera (algo así, la cita exacta no la recuerdo). Esto en el tardofranquismo. Imagínate las que tuvo que pasar después...Bueno, fue el espíritu pragmático de construcción que presidió la Transición (de la que Tarancón fue uno de los protagonistas más destacados).

Este espíritu conciliador, no obstante, no debe impedirnos querer saber la verdad de estos hechos (la Historia contrastada, con matices, con información y rigor) así como defender y apoyar a aquellos que quieran recuperar lo que les es legítimo (restos de familiares, propiedades incautadas, reconocimiento de su dignidad,...)

Buenas noches y buena suerte.

Anónimo dijo...

Bienaventurados los ciegos, porque no pueden ver.
Bienaventurados los sordos porque no pueden oir.

No si al final, según el tío este, resulta que Rouco va a ser miembro de las Hermanitas Desamparadas.

En el tono claro que puso voz de ovejita, pero Rouco es un integrista católico de los pies a la cabeza, y no olvides lo que defendían estos Hasta anteayer (algunos incluso aún hoy)

Anónimo dijo...

Lee esto:

http://millansocial.blogspot.com/2008/11/envestidas-pola-dereita_25.html

Anónimo dijo...

Yo creo que Rouco de conciliador tiene poco, lo que pasa que esta vez y ante este tema no puede utilizar su tonillo de siempre(ya que estamos hablando de muertos y tiene que profesar el respeto que merecen).Al César lo que es del César y a Dios lo que es De Dios, que deje de meterse en berenjenales e de copiarle los argumentos al PP de que por la tranquilidad de todos es mejor saber olvidar, ¿quienes son todos? sus todos son ellos.

Anónimo dijo...

ROUCO COMA SEMPRE MEXANDO FORA DO TIESTO.